Cueva de la abuela - Benamaurel, Granada

Tomás S. E.

La amabilidad y cercanía de Mari, la anfitriona, es un valor añadido insuperable.

La cueva es un lugar maravilloso, súper fresquito todo el día, ni te enteras de la temperatura del
exterior, no se escucha nada y puedes estar tranquilamente en una estancia mientras el resto están de charla o en la cocina. La cueva tiene muchas plantas y es muy acogedora, está preparada para grupos, con un congelador enorme y las mesas de comer súper largas; yo estuve con mi hijo y no discutimos ni un momento porque cada uno estuvimos en una punta de la casa. El pesebre es un
lugar mágico, especial. Estar en medio de la naturaleza es un plus, el cielo tan azul ayuda a desconectar por completo; que los móviles no tengan cobertura dentro de la cueva también ayuda a desconectar, eso sí, con el wifi el whatsapp sigue dando por saco jaja.

Tiene muy cerca la piscina del lago artificial, a menos de 10 minutos; tanto igual el pueblo de
Benamaurel, que tiene supermercados, bares y restaurantes, polideportivo, centro de salud. En las cercanías hay lugares muy chulos para visitar, como Castril, Cullar, El Bosque de las Higueras encantadas es una pasada y si vas con tiempo, el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas con el nacimiento del río Guadalquivir. También hay muchas rutas de senderismo o para correr o MTB por las montañas. Vamos, que no te lo acabas!!!

De estos días en la casa rural "La Cueva de la Abuela" me llevo la paz y tranquilidad del silencio, la
calma del pasar del tiempo, el dormir con edredón de lo fresquito que está la cueva, los gatos
maullando en la ventana de la cocina pidiendo más, haber hecho deporte en las madrugadas de un
desierto en el que brota el agua. Me llevo el encanto las gentes de la España profunda, de la España
real, sobre todo el de Mari y Narciso que nos han tratado como si fuéramos familia.

También me llevo haber hecho de padre y que mi adolescente me haya ido loco llevándolo y
trayendo a las fiestas, las excursiones hemos hecho por los parajes naturales que son una pasada y ese montón de momentos que recargan las pilas a base de bien.

Hemos disfrutado nuestra estancia muchísimo y lo recomendamos al 100%.

ximo P. R.

La cueva de la Abuela genial, muy limpia y acogedora.
Amenazamos con Volver Pronto.
Mari la Dueña de la Cueva Una gran Señora, agradable etc...

Ximo Rompebotas

Lidia O.

He de decir sobre todo lo primero que la dueña es fantástica amable y siempre pendiente que no te falte nada. Una buena persona. La cueva es fantástica grande fresquita y cómoda tiene de todo. Un jardín para barbacoas un rincón especial.tranquilidad al máximo. Lo recomiendo al 100%

Wendy R. G.

Si quieres un lugar tranquilo y acogedor para pasar unos días y disfrutar de la naturaleza, este lugar es ideal. La cueva es grande y tiene todas las comodidades de una casa y más, puesto que posee una gran habitación con chimenea y un jardín bonito y acogedor, las habitación son grandes y las camas inmejorables. Cabe destacar la buena presentación y limpieza de la cueva, con detalles pintados a mano, en paredes, muebles y figuras decorativas, todas ellas realizadas por Mari, una gran anfitriona y gran mujer, siempre pendiente de cada detalle. Hemos pasado un fin de semana estupendo, mil gracias por todo.

Anabel R. L.

Encantada con la cueva y los dueños cualquier cosa que necesites ahí están súper pendientes de todo. La cueva es grande súper acogedora y preciosa la decoración manual de Mary y súper limpia una maravilla de sitio para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad ideal para ir con niños se lo pasan en grande además de tener un montón de sitios cerca para hacer senderismo con ellos y ver cosas muy bonitas en definitiva lo recomiendo al 100x100

Narci C.

Un sitio con encanto en plena naturaleza y una cueva especial que conserva la esencia de una auténtica cueva de antaño, con sus habitaciones que reflejan las características del terreno donde se pueden ver las marcas de las herramientas utilizadas en la antigüedad para su excavación y el cuidadoso mimo con el que su dueña la conserva.
Totalmente recomendable

Belen G.

El sitio muy fresquito y genial para pasar unas vacaciones. Mari la dueña un encanto de persona, muy servicial y con trato muy cercano. Sin lugar a duda un sitio para recomendar, si pasamos por allí seguro volveremos. Nos encantó

ana C. T.

Es muy acogedora tanto la casa como Mari. Es un lugar para cargar las pilas. Inmejorable